Capitulo 6 - TRAICIONES
Aquel día amaneció a las 5 de la madrugada para Marcela. No podía dormir más, se dio una ducha y se fue a la calle, antes de que se levantaran sus compañeras y tenerle que ver la cara a Angelina, huyó por las calles de Sevilla como si estuviese perdida, a las 7h ya se decidió a tocar el timbre de la casa de Pablo.
Pablo abrió la puerta y se encontró a Marcela llorando, el aun tenía los ojos pegados y no podía conectar,…
- Pasa – la invitó
Se sentaron en el sofá mientras Pablo puso la cafetera.
- Ayer por la tarde estuve con Alfonso …- confesó
- ¿Cómo que estuviste con Alfonso? ¿y que pasó? ¿por qué lloras? –preguntó alterado tomándola por los hombros.
- No se porqué lloro, ni porqué estoy aquí, me siento mal porque lo hicimos y ahora tengo remordimiento por un lado, Angelina,…por otro lado estoy alucinando, todo fue genial, lo que siempre había soñado…
- Marcela, nunca podía imaginar que fueses así, no porque él esté con Angelina,
¿Es que no te das cuenta que te ha usado? Pasaba por allí, quería desahogarse, no estaba su novia y tu misma le valiste. La historia se repite, pero nunca pensé que tú también ibas a caer…
- Pablo, no creas que eso va a ser así, las cosas que me dijo, las que yo le dije a él. Creía que te ibas a alegrar por mí, porque fui capaz de decirle todo lo que siento y el tiempo que hace que me gusta…
- Lo tienes todo tan claro que no me explico porqué te sientes tan mal – ironizó Pablo. Marcela, no te ilusiones por favor,…
- Mira Pablo no se que te pasa, me he equivocado, no tenía que haberte contado nada de esto…Me voy a ir, esta tarde nos vemos en Los Rosales.
Cuando Marcela llegó a Los Rosales, Pablo la estaba esperando en la puerta. Ella no se dignó ni a saludarlo, abrió la puerta, pero el le sujetó el brazo,…
- Lo siento,…
Ella le giró la cabeza, y entró con decisión, sólo entonces entendió las palabras de Pablo, en la mesa del rincón estaban Angelina y Alfonso, acaramelados. Aún no hacía 24h que habían estado juntos, Marcela pensaba que sus palabras habían sido ciertas y sus promesas de dejarla también, incluso creía que iban a empezar una relación, como ella soñaba. Tragó saliva y se armó de orgullo, se sentó en una mesa y empezó las clases con Jonás y Pablo. Alfonso se despidió de
Por fin Alfonso llegó a la mesa y pudieron dar la clase, ese día ni si quiera miraba para donde estaba Marcela, estaba más distante incluso que el primer día,…pero, cuando ella no pudo más, dio un golpe seco en la mesa, lo miró fijamente y se atrevió a decirle:
- ¿Tú que te has creído? Yo no soy un títere sabes…
- No hablemos aquí Marce,…a ninguno de los dos nos interesa
- A mí me da igual todo. Quiero tus respuestas
Jonás se levantó recogió sus cosas y se fue, Pablo hizo lo mismo y los dejaron solos.
- Oye Marce, no quiero que te pienses nada, ayer los dos solamente pasamos un buen rato, somos dos adultos, ¿No? Podemos hacer ese tipo de cosas y saber luego cada uno cual es su camino, pero tú creo que te estás confundiendo, chica.
- ¿Confundiendo? ¡que fuerte tío! Un polvo no confunde a nadie,eso está claro, pero ciertas confesiones, palabras, hechos,…Las cosas que salieron de tu boca, yo no se las diría a cualquiera, no ha alguien con el que sólo paso un rato, las que salen de la mía son siempre verdad…
- Marcela, hay cosas que se dicen en momentos de calor, yo no pensé que te ibas pensar….
- Basta Alfonso. Yo no me hubiera pensado nada si tu no lo hubieras dicho. En momentos de calor se dicen otras cosas, no, <
- Mira, yo no quiero saber nada, no quiero que esto me traiga problemas con Angelina, y estar los dos aquí en esta actitud puede dar lugar a confusiones, yo me marcho y lo siento si te has confundido.
Él salió del bar, Marcela esperó unos minutos sentada en su mesa, más que nada para que le reaccionara su cerebro y poder dar los pasos necesarios para llegar a la salida.
La puerta de Los Rosales se abrió en ese momento, Pablo entró y se sentó con ella. Marcela levantó la cabeza y lo miró:
- Me ha dicho que esas cosas se dicen en momentos de calor y que yo lo confundí todo. Que idiota he sido.
- Venga Marce, ya has descubierto tu misma como es él, era lo que querías, yo intenté evitarlo, pero no te preocupes, hoy no es el último día de esta historia, es el primero. Márcalo en tu calendario, el día que empecé a olvidar a “Paquirri”…
Consiguió arrancarle una sonrisa, estuvieron toda la tarde charlando, se esforzó porque Alfonso se le viniera a la cabeza lo menos posible, le dio aliento y ella se sintió confortada. Pablo ese día se fue a casa orgulloso, porque Marcela había despertado, iba a empezar a sacar a Alfonso de su corazón y así quizá iba a dejar un hueco para él, porque inevitablemente estaba loco por la pelirroja.
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