Capitulo 2 - EL RETORNO A LOS ROSALES
El retorno a “Los Rosales” se tornó duro para Marcela, no consintió regresar hasta que varias semanas después. Elena y Maica, le tuvieron que jurar que la pareja no había asistido ni un solo día al local y por ahí cedió.
En casa evitaba a “
Con una mezcla de miedo y angustia, aquel día regresó al bar, se sentó en la mesa de siempre con sus amigas, y el tema hombres era ahora totalmente un tabú. Ya parecía estar asimilando el noviazgo, los veía juntos todo el día por la facultad así que no le quedaba otra, pero inevitablemente no se había olvidado de Alfonso.
De un momento a otro la puerta de Los Rosales se abrió, Marce, no quería ver quien entraba, temía encontrarse a “ Paquirri” , que era el nuevo mote que directamente se le había atribuido a Alfonso, y temía sobre todo que viniese acompañado, pero hay cosas que no se pueden evitar en esta vida...
Entró Alfonso, Marce agachó la cabeza, pero sus amigas le susurraron que venía sólo y para mas INRI se acercaba hacia ellas. Los ojos de Marcela se abrieron como platos, no daba crédito ¿Para qué se acercaba?
- Hola chicas. – Dijo Alfonso, con su característico tono empalagoso.
- Hola – respondieron casi a la vez
- Marcela ¿Eres tú, no? – dijo mirándola fijamente. Ella sólo supo asentir con la cabeza.
- Me ha dicho Angelina, que te encontraría aquí. A ver yo quería proponerte algo. Angelina me ha comentado que se te da muy bien la asignatura de farmacología, y la verdad es que ahí yo ando un poco torpe, se me está empezando a trabar demasiado y no sólo a mi, hay dos chicos más de la clase, Pablo y Jonás, que también necesitarían algo de ayuda, entonces quería saber si no te importaría que quedásemos, aquí mismo, si te parece, algunas tardes a la semana los cuatro y no echaras una mano, te pagamos lo que nos pidas ¿ Qué me dices?.
Marcela tragó saliva unos segundos, no sabía ni que decir, por una parte era una oportunidad para estar más cerca de Alfonso, pero por otro lado se iba ha hacer mas daño a ella misma…
- Lo tengo que pensar…- Salieron esas palabras de sus labios finalmente, sin ella haberlas pensado,…
- Bien, lo entiendo, aunque insisto que tú pones el precio…
- No, no es por eso, sólo que tengo que pensarlo bien…
- Entiendo, mira tómate tu tiempo, cuando lo sepas me llamas, apunta mi móvil 6******** ¿Ok?
- Vale – dijo ella, atónita, viendo como su Alfonso se iba por la puerta y no dando crédito al tener el número de él grabado en su teléfono.
- Vamos, nena, cambia esa cara, tienes su móvil - dijo Elena
- Sí, lo tengo. Lo tengo tía, ja, lo tengo, lo tengo…ja,ja,ja lo tengo – cantó.
A Marce se le cambió la cara y el mundo entero ese día.
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